Biodiversidad Fúngica

03. EXAMEN MACROSCÓPICO

En los carpóforos o setas se pueden observar muchos detalles macroscópicos que, aunque parezcan insignificantes, son de gran importancia para clasificarlas.

Pueden ser organismos mucilaginosos, tener forma de disco, plato, copa, silla de montar, panal, cerebro, costra negra, gelatinoso en forma de disco, o subterráneo en forma de patata y al microscopio ver que se reproducen por “ascas” (Ascomycetes).

Pueden tener consistencia gelatinosa, de colores llamativos –amarillos, naranjas, rojos– y un aspecto de oreja, cerebro, copa o similar a cuernecillos (Phragmobasidiomycetes) y al microscopio tener los basidios tabicados (Basidiomycetes) longitudinal o transversalmente.

A veces tienen forma esférica y los basidios en el interior (Gasteromycetideae), como los llamados vulgarmente “pedos de lobo”.

Con aspecto coriáceo o leñoso en forma de costra, consola o pezuña que fructifican sobre troncos o restos leñosos, o bien son carnosos con forma arborescente, de coliflor, maza o clavo, o tienen forma de seta típica pero tienen bajo el sombrero púas, pliegues o poros que se separan difícilmente del resto de la carne del sombrero (Aphyllophoromycetideae).

Por último, poseen forma típica de seta carnosa y putrescible (Agaricomycetideae), provistos de láminas o tubos que son fácilmente separables del sombrero.