Biodiversidad Fúngica

PODAS

Finalmente, uno de los tratamientos que se suele aplicar de forma simultánea a las claras son las podas. Esta intervención, además de mejorar la calidad de la madera, puede facilitar el acceso al monte y crear un microclima favorable a los hongos de luz (mejora la insolación del suelo, humedad, aireación), así como disminuye el riesgo de incendios.

La denominada poda de penetración, llevada a cabo hasta una altura de 2 metros del arbolado, ha mostrado estos efectos favorables en la producción fúngica, mientras que la poda de formación de los pies que se van a mantener hasta el final del turno, para mejorar las características fisiológicas de los fustes, favoreciendo su rectitud y disminuyendo las bifurcaciones, no se ha observado que tenga unos efectos de mejora tan patentes sobre la riqueza y producción fúngica.

Poda del pinar de Camposagrado (León).Poda del pinar de Camposagrado (León).

Además de las recomendaciones descritas hasta el momento en la aplicación de todos estos diferentes tratamientos, puede ser interesante tener en cuenta criterios de orientación del rodal y su evolución.

En lo que se refiere a la distribución espacial de los pies de diferente edad y desarrollo, puede ser interesante la mezcla en formación irregular con bosquetes, para tener una representación de tamaño suficiente de todas las clases de edad, y una diversidad de producciones tanto en especies como en su distribución temporal anual. De este modo en las zonas de arbolado joven, por ejemplo de pinar hay mayor producción de níscalos, mientras los boletos aparecerán en las zonas más maduras. Las zonas más productivas deben mantenerse constantemente con un número mínimo de árboles de cierto tamaño.

En cuanto a la distribución temporal de las intervenciones sobre una misma zona debe estar influida por la capacidad de recuperación del micelio tras la intervención. Esto se debe a que si se interviene de forma puntual pero reiterada, puede producirse un período prolongado de latencia de alguna especie micorrícica de interés, por lo que es preferible espaciar los tratamientos para permitir que la comunidad fúngica recupere su dinámica natural. El tratamiento de regeneración por clareo sucesivo uniforme, con repetidas intervenciones espaciadas en el tiempo puede provocar mayores daños sobre los pies residuales y sobre las micorrizas debido al repetido efecto del pisoteo, los arrastres y la introducción de la maquinaria (Wästerlund, 1994).

Cualquier tratamiento que favorezca a las masas mixtas, contribuye a diversificar las especies de hongos y de esta manera la productividad será más continua a lo largo de los años. Los bosques mixtos de coníferas y frondosas presentan una mayor variedad de especies en su micoflora que las masas monoespecíficas. Sus suelos son más ricos que los de coníferas y la producción micológica es mayor. Es también destacable el efecto borde o “ecotono” donde aumenta la diversidad y las posibilidades de producción para una mayor cantidad de especies fúngicas de interés. En el caso de las apreciadísimas trufas puede ser que estén presentes en forma de esporas de resistencia en masas de pinar, pero que no se manifiesten si no prosperan las quercíneas.

Bosque mixto de estructura irregular.Bosque mixto de estructura irregular.

En el proceso de regeneración de la masa, si esta se lleva a cabo de mediante plantación, es cada vez más habitual considerar, en zonas potencialmente productivas, la posibilidad de la micorrización, técnica que permite dar ventaja a los hongos más interesantes desde el punto de vista ecológico o económico. Es muy importante para ello escoger planta de calidad, bien micorrizada y adaptada a la zona de repoblación, así como elegir el método de inoculación más adecuado para cada especie y condiciones de la zona a repoblar. Una opción muy recomendable es la utilización del caldo esporal, más efectivo que la tierra inoculada, que introduce otros hongos competidores.

Micorrizas de Pinus sylvestris con Boletus pinophilus.Micorrizas de Pinus sylvestris con Boletus pinophilus.
Podas.

Para el establecimiento del regenerado, tras las cortas, ya sea de forma natural o artificial, el principal factor que afecta al desarrollo de las micorrizas es la disponibilidad hídrica. Le Tacon (1997) establece que debe intentar mejorarse en lo posible, mediante las intervenciones selvícolas de preparación de cuencas (creación de microcuencas) las disponibilidades hídricas de los hongos.

Una postura prudente, para abaratar los costes de la repoblación, puede ser introducir cierta proporción de plantas micorrizadas, que se sitúan en los sitios más favorables o desfavorables, según las preferencias de la propia especie fúngica. La inclusión de bosquetes puros micorrizados y la repoblación fúngica completa también pueden ser contempladas si la disponibilidad económica lo permite y las expectativas de éxito viable resultan suficientes. El tratamiento del terreno previo a la plantación consistirá en el arado para eliminar la vegetación preexistente y mullir el suelo, seguido de un subsolado si se estima oportuno y las condiciones edáficas y topográficas (pendiente inferior a 30 %) lo permiten. La plantación se realizará a ser posible con tempero y en ausencia de heladas.

El manejo de la planta ha de ser especialmente delicado y tras la plantación se aplicará un riego para facilitar el arraigo. Como operaciones de mantenimiento se contemplan dos riegos estivales y quizás el binado en primavera.

Estas consideraciones, no son únicamente validas para los bosques, sino también para los terrenos agrícolas abandonados y susceptibles de repoblación, que por presentar con frecuencia un suelo bastante profundo está exento de propágulos fúngicos no deseados, son un medio propicio para la colonización del suelo por parte de hongos micorrizógenos que además de proporcionar beneficios económicos y sociales añadidos, favorecen el crecimiento de las plántulas instaladas.

Mediante este tipo de repoblaciones es posible crear masas forestales capaces de regenerarse y perdurar en el tiempo, que contribuyan a la protección del medio, incrementando los recursos y beneficios que proporcionará la masa. Las especies más empleadas en este proceso son Quercus ilex micorrizada con Tuber melanosporum, Pinus nigra micorrizado de Lactarius deliciosus, Lactarius sanguifluus y Lactarius semisanguifluus. En este contexto, otro tema que también debe ser abordado es la búsqueda y selección de las procedencias de hongos mas resistentes y productivos e incluso su mejora genética. De momento conviene trabajar con procedencias locales más adaptadas a las condiciones particulares del monte y de su vegetación natural.