Biodiversidad Fúngica

CORTAS DE REGENERACIÓN

En la intervención denominada corta de regeneración –en la que se elimina total o parcialmente la masa existente, para permitir el desarrollo del nuevo arbolado de manera natural o artificial–; están contraindicadas las cortas a hecho o a matarrasa en las que se procede a eliminar por completo la vegetación arbórea existente.

Resulta más conveniente dejar cierto número de árboles padre o llevar a cabo cortas por aclareo sucesivo uniforme por fajas o bosquetes, siempre que las superficies de corta no sean demasiado extensas. El máximo de separación entre fajas no debe superar en general los 30 m pues en caso contrario la producción de hongos queda eliminada o seriamente disminuida durante bastantes años.

La entresaca pie a pie o regularizada, según el temperamento de la especie o especies forestal, es en las que se extraen pies de manera puntual, es otro de los tratamientos selvícolas más adecuados. Además de estas consideraciones generales, en función de las preferencias de las especies fúngicas de mayor relevancia, los huecos o fajas abiertos serán en lo posible de tamaño y condiciones adecuadas o si esto no es posible, se ayudará a su regeneración simultánea a través la micorrización de algunas plántulas.

Cortas de regeneración.

Cuando se aplican cortas a hecho, con la desaparición temporal de la masa, las raíces y sus micorrizas dejan de ser funcionales y por tanto se produce un descenso brusco en la producción.

No obstante, si la zona de corta no es demasiado amplia, Dahlberg y Stenström (1991) señalan que el potencial inoculador del suelo es similar al de masas maduras adyacentes debido a diferentes estrategias de persistencia-recolonización como esporas de resistencia (esclerocios), rizomorfos protegidos en micrositios (tocones) y viejas micorrizas con Red de Hartig viva que pueden sobrevivir cierto tiempo. También señalan estos autores que los efectos sobre diferentes tipos de micorrizas pueden diferir, por lo que habría que estudiar la influencia a nivel de especie.

Micorriza de Pisolithus tinctorius y Pinus pinaster.Micorriza de Pisolithus tinctorius y Pinus pinaster.
Corte transversal de micorriza de Pisolithus tinctorius y Pseudotsuga menziesii.Corte transversal de micorriza de Pisolithus tinctorius y Pseudotsuga menziesii.

Jones et al (2002) intentaron determinar los factores más importante que conducían a cambios en la comunidad de hongos ectomicorrícicos tras una corta de cierta intensidad. Los cambios en la biología y química del ambiente subterráneo tras las cortas y la perdida o cambio en el inóculo fueron los condicionantes más importantes encontrados. Esto implica que estas nuevas comunidades ectomicorrícicas están mejor adaptadas a las nuevas condiciones que lo que estarían en un bosque maduro.

El cambio de composición específica de hongos y su diversidad tiene además implicaciones para el establecimiento y competencia de los regenerados. Los efectos de hongos individuales o diferentes asociaciones de los mismos sobre el crecimiento de los regenerados pueden llegar a causar variaciones en la composición de la masa madura dada la diferente habilidad de los jóvenes árboles de asociarse con el micelio común de la localidad.

El labrado del terreno y el destoconado en los tramos de corta son también considerados de efecto negativo, pues ambos tratamientos provocan la destrucción de las raíces capaces de asociarse con hongos micorrícicos. Debido a los injertos naturales entre raíces de diversos árboles, las raíces vivas pueden mantenerse con vitalidad aunque se corte el árbol, incluso en el caso de pinos y de otros árboles que no brotan de cepa. Por eso, a veces se han llegado a encontrar ejemplares del género Boletus a casi 50 m. del árbol vivo más próximo.

Cortas de regeneración.